Más humor, por favor
Publicado el 24 de junio de 2013
Claves para que un líder de CI incorpore a su estrategia acciones lúdicas, juegos y humor.
Laura Halabi
Una de las mejores tareas que tienen los comunicadores organizacionales es lograr que la gente amplíe sus horizontes con una sonrisa, ame su trabajo, comparta una visión y se emocione; en resumen, sienta que su tarea tiene sentido. Y eso se desafía desde una estrategia integral, que debe incluir algún aspecto no dramático: acciones lúdicas, interpersonales, que incentiven el juego, dinamicen la apuesta, rompan la rutina, aceleren el corazón y dibujen una carcajada.
Juego vs. rutina
Las acciones lúdicas como apuesta comunicacional aportan el gozo de experimentar emociones extremas, capacidad de juego; y en el juego hay diversión, placer, vértigo y también esperanza. Hay un querer ser otro y dejar de ser el mismo de todos los días. En el juego hay satisfacción inmediata por oposición a la realidad que es la que recompensa con delay –fecha de cobro, fin de semana, vacaciones, etc-.
Se construye una realidad que sobrepone la cotidianeidad y la obligación. Entonces debería incluirse más humor en las estrategias de CI: actividades lúdicas en función del foco estratégico que nos acerquen a un mundo organizacional donde mande la imaginación en vez de la solemnidad y la ruptura en vez de la repetición.
¿Qué recursos emplear para potenciar el humor en las empresas?
• Actores, shows en vivo o promotoras.
• Concursos, juegos de azar y acciones BTL.
• Decoración, vinilos creativos y ambientación de oficinas.
• Campañas con metáfora en función de la idea creativa.
• Acciones 2.0 que incentiven la participación e interacción lúdica.
El poder de la risa
“La risa pone al hombre de cabeza, lo destripa, lo ve desde arriba y desde abajo, le rompe sus resistencias externas, observa su interior, sus centros, duda de él, lo divide, lo desmiembra, lo desnuda y expone, lo examina libremente y experimenta con él. La risa destruye el miedo y la piedad”. Mikhail Bakhtin, The Dialogial Imagination, (1975).
La risa, no hay caso, es el aceite que predispone y aligera nuestro ser, potenciado con el combustible de la sapiencia y de la acción. Si queremos comunicar para hacer las cosas bien pero con placer y gusto, debemos interactuar con la sonrisa que nos da confianza y felicidad.