Un fracaso de éxito

Publicado el 21 de noviembre de 2017

 Las FuckUp Nights cambiaron la percepción sobre el fracaso en las empresas: ya no se miran con malos ojos, sino como una gran oportunidad de aprendizaje.

Dejó de ser un tabú. Al fracaso le corrieron el velo para que, de una vez por todas, pueda mostrar su mejor cara.

Gracias a las FuckUp Nights, las empresas le encontraron un dejo dulce al ya conocido sabor amargo del fracaso. Algo que nació en una charla entre amigos, allá por el 2012 en México, es hoy un evento de trascendencia mundial que revolucionó la manera de tratar un tema tan delicado como incómodo. Históricamente, una vez que ocurría, el fracaso estaba condenado al ostracismo y al olvido. Esta nueva corriente propone lo contrario: echarle luz al tema y que sean los protagonistas los que cuenten, en primera persona y en público, su experiencia. En siete minutos y diez imágenes, los “fracasados” comparten su (fra)caso, y lejos de ser señalados, logran un efecto innovador y sanador entre los que concurren a estos encuentros, convirtiendo la connotación negativa de la situación en una enriquecedora oportunidad de aprendizaje.

“Cada fracaso le enseña al hombre algo que necesitaba aprender”, aseguraba Charles Dickens, en una frase que resume y representa el espíritu de esta nueva visión.

Lo que pudo ser una pérdida de dinero y tiempo es tomado como un diamante en bruto que todavía se puede pulir. Algo que se logra cruzando los límites del egocentrismo y la vergüenza, reconociendo al fracaso como factible, necesario y natural.

Esa es la clave: naturalizar el fracaso, perderle el miedo (que muchas veces actúa como freno ante las nuevas ideas y proyectos) y entenderlo como engranaje de un proceso lógico para alcanzar el éxito. Así lo confirma cada uno de los cuatro testimonios que se comparten en cada edición de un movimiento que hoy tiene sede en más de 250 ciudades, distribuidas en 80 países, y ya fue vivenciado en diferentes empresas de nuestro país. Personajes exitosos y famosos han compartido sus fracasos profesionales y el valioso aprendizaje que trajo aparejado a lo largo y a lo ancho del mundo.

Las FuckUp Nights son, en sí, una viva muestra de su leit motiv: desde el fracaso se puede alcanzar el éxito. El fracaso se puede convertir en un gran fracaso de éxito.

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