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La hora de la TransformaCIón

Publicado el 07 de febrero de 2018

 La llegada de Workplace supone un nuevo desafío para los responsables de la Comunicación Interna. Una buena estrategia de gestión de conversaciones, la clave para el éxito.

Nada se pierde, todo se transforma. Y en ese ‘todo’ está la Comunicación Interna, que se encuentra ante un cambio de paradigma. Hoy, las nuevas plataformas de comunicación son el desafío que pone a los referentes del sector frente a un nuevo escenario que les exige transformarse.
¿Por qué es necesaria una transformación? Porque con el claro ejemplo de Workplace, tal como sucede en la comunicación externa, el reto es detectar el momento para aprovechar las conversaciones que allí suceden para abordar temas estratégicos de la organización o el sector. De esta manera, es fundamental dejar de ser gestor de canales, para ser gestor de conversaciones.

¿Qué se necesita para ser gestor de conversaciones?

Saber leer las conversaciones que suceden naturalmente dentro de la empresa y tener la creatividad y habilidad para utilizarlas en pos de la estrategia de la compañía o los objetivos del sector.

Tal como sucede con los profesionales de la Comunicación Externa, que encuentran espacio en la agenda de medios para incluir sus temas de interés, el gestor de conversaciones debe encontrar los espacios para ‘mechar’ sus mensajes clave dentro de las conversaciones naturales que suceden dentro de Workplace. De esta manera, harán más sentido y serán valorados, algo que no suele suceder en la mayoría de los casos con el contenido institucional formal.
Un buen ejercicio es pensar cómo nos gusta recibir la información cuando viene de forma externa: ¿De qué manera? ¿En qué momento del día? ¿Qué cosas nos hacen sentido? De esta manera podremos llevar adelante una buena estrategia para lograr una gestión exitosa.

Claro que se presentarán momentos donde debamos replantear dicha estrategia, en función de las conversaciones que puedan surgir y sean adecuadas para aprovecharlas y vincularlas a ciertos temas. Esto nos permitirá tener feedback de nuestros colaboradores. El hecho de tener tanta gente interactuando naturalmente genera más sentido, y nos obliga a redoblar esfuerzos para hacer mejores contenidos.

Tomando en cuenta todo esto, la disciplina tiene desafíos. Transformarse en un área que incentive a los colaboradores, mediante contenidos con sentido; a estar más comprometidos con el cumplimiento de los objetivos de negocio, con la posibilidad de demostrar el retorno de las inversiones.

Los únicos responsables somos nosotros. Workplace, como otras plataformas, nos dan la materia prima que necesitamos para reconvertirnos. Queda en nosotros hacer el esfuerzo. Es ahora. La hora de la transformaCIón ya llegó.

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