La diversión y alegría como forma de Comunicación Interna

Publicado el 31 de agosto de 2016

 La comunicación interna es esencial en el proceso de hacer cultura y el mejor aliado de un buen clima laboral es la comunicación eficiente.

Por Luis Ayala

La comunicación interna es esencial en el proceso de hacer cultura. Las personas nos comunicamos todo el tiempo de distintas formas, y creemos que este no es un aspecto menor en el ADN de una empresa, el mejor aliado de un buen clima laboral es la comunicación eficiente.

¿Cómo lo logramos? En Protek, nuestros espacios de celebración son una forma de comunicación, y una forma de vivir nuestra Cultura, compartiendo con nuestra gente y comunicando aspectos esenciales de nuestra misión y propósito como empresa. También los hacemos partícipes de los resultados y logros, avances y la gestión de cada área. Estos espacios generan sentido de pertenencia, ya que son lugares donde la comunicación es “ida y vuelta”, existe un intercambio real y sincero entre todos los integrantes de la organización.

Como decíamos, los espacios de comunicación para nosotros representan un aspecto de fortalecimiento de las relaciones entre nuestros colaboradores. Por eso, es importante celebrar los acontecimientos, integrarnos, y de esta manera compartamos aspectos propios de nuestra cultura organizacional. Lo hacemos porque es la forma en la que le damos importancia a las personas que hacen a nuestra organización ya que además son los que día a día llevan adelante nuestra cultura que la consideramos única y particular.

Además, siempre consideramos que el principal canal de comunicación debe ser el encuentro cara a cara. Utilizamos los demás canales, según el tipo de público interno que tengamos, pero el que más preponderancia tiene está relacionado con el encontrarnos y dialogar frente a frente.

Haciendo un poco de Historia

Los espacios de festejo, nacen a raíz de los primeros clientes de Protek a mediados de los 90. Cada cliente nuevo significaba un motivo de celebración, a la salida del trabajo nos sentábamos en la escalera de la oficina y contábamos todo lo que habíamos pasado para conseguir ese cliente, de los inconvenientes que se nos presentaba.

Con el paso del tiempo, este encuentro después del trabajo fue creciendo. Cuando ya éramos más los integrantes de esta familia, llevamos ese festejo a los días viernes al medio día, donde almorzábamos todos juntos, hasta que de tanto hacerlo se volvió tradicional.

Pasaron los años, crecíamos en números y ya no podíamos estar todos al medio día, por lo que se llevó al final de la jornada siempre los días viernes. Le dimos un nombre más elegante: “After Office”, y pasamos a hacerlos una vez al mes. La esencia siempre fue la misma: reunirse a compartir, a celebrar, a dialogar entre todos.

Todo el tiempo se nos presentan nuevos desafíos por lo que nos sentimos con más ganas de estar permanentemente cerca de la gente, de compartir los altibajos del día a día, tal es así que desde el año pasado incluimos un After Office karape (celebración más baja, más distendido aun de la otra), donde estemos mucho más cómodos.

Estos espacios hacen que la gente comparta mucho más que un trabajo. Compartimos vivencias, experiencias, aprendizajes y hasta lo jocoso que vivimos, el sentimiento de pertenencia que esto nos ha dado es lo máximo. Creemos totalmente que las personas tienen que sentirse parte absoluta de lo que hace, de lo que vive y de lo que sueña. Esta organización tiene que ser todos los días el gran vehículo que les ayude a llegar al gran objetivo de sus vidas, ¡Estamos todos juntos en esto porque somos una gran familia!

Debemos entender que cada persona tiene características muy particulares que la hacen únicas, virtudes y defectos, y es en estas últimas que debemos trabajar cada vez más generando espacios que fortalezcan las relaciones y minimicen las diferencias.

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