El timbre a un metro de altura

Publicado el 02 de diciembre de 2007

 La comunicación interna migra constantemente hacia nuevas manifestaciones. Aparece la necesidad de trascender las fronteras y lograr que nuestros colaboradores nos inviten a sus casas. Pues, como dicen por ahí, “si logramos seducir a la familia de la novia, ella al fin se enamora”.

En complicidad con los pequeños de la casa.

Por maduración natural, la comunicación interna está creciendo hacia nuevas formas. El público de la “familia corporativa” pone de manifiesto la necesidad de tocar el timbre de los hogares y, en este caso, hablarles a los más pequeños.

Revistas infantiles o sección para niños dentro de la revista de comunicación interna; eventos por el D ía del Niño y el D ía de la Familia; concursos de dibujo para chicos; visita de los niños al lugar de trabajo de los padres; mochilas con útiles escolares… y la lista sigue, tiñendo las múltiples actividades antes reservadas –en exclusividad– al colaborador.

Es que las ventajas son muchas: cuando la empresa entra por “la puerta de casa”, estimula que los colaboradores compartan su vida laboral con los que más quieren; fortalece su orgullo de formar parte de la compañía; e incrementa la percepción de valor que “los papás” experimentan por trabajar en ella.

En el imaginario infantil, la figura de los padres que trabajan fuera del hogar es: “se van temprano, vuelven tarde, y ¿dónde están y haciendo qué todo el día?”. Con una estrategia de comunicación que los integra, los niños pueden aprender a qué se dedica su papá o mamá, y comprender la importancia de su tarea.

Se crea una relación afectiva con la empresa, positiva y a largo plazo. Veamos qué tienen las empresas para ofrecer en función de esta ecuación tan poderosa: El banco Santander Río realiza por el Día del Niño la edición “Nuestros hijos nos visitan”, con espectáculos infantiles, merienda y juegos en las computadoras de los padres. La filial argentina de Colgate Palmolive brinda becas de estudio a hijos del personal, kit por nacimiento, por comienzo de clases y Family Day. La empresa Alba convocó a los hijos del personal para ser protagonistas de una campaña interna sobre Seguridad Laboral, de manera que los niños conocieron la empresa, las características del trabajo de sus padres y se informaron sobre seguridad. La creación de una mascota fue útil para una acerera que nos encargó su realización gráfica, que luego llevamos a escala “gigante” para animar un Family Day e interactuar en persona con los niños.

Un caso de estudio, que merecerá nota aparte en futuras ediciones de nuestro E-news, es la revista Superchicos, que editamos junto con la empresa Petrobras desde hace más de 4 años, y que es una publicación destinada a los hijos del personal de entre 4 y 12 años, escuelas estatales, bibliotecas y estaciones de servicio de la Argentina. También estamos elaborando periódicamente una edición para esa empresa en Ecuador.

Así que a la hora de plantear una estrategia de comunicación interna, no hay nada más valorado por “los padres”, que cuando la empresa les regala una propuesta valiosa para sus hijos. Y… si los hijos son el nuevo galán de las comunicaciones internas, en cinco o diez años, ¿lo serán los maridos y esposas?