Una empresa lejos de la diferencias culturales

Publicado el 24 de junio de 2013

 La anunciada llegada de ICBC a la Argentina nos abría un nuevo desafío: interiorizarnos en la cultura china para facilitar la integración entre empleados en el banco más grande del mundo, en la Argentina.

Marina Vidal

Mucho se ha hablado del cambio de filosofía que surge como consecuencia natural de las diferentes integraciones entre compañías, pero el caso de ICBC tal vez no sea el más común. Porque la transición se dio entre dos culturas contrapuestas.

Nada más disímil, en apariencia, que unir un banco con antecedentes sudafricanos, como el Standard Bank, con el Industrial & Commercial Bank of China (ICBC), que llegaba a nuestro país con una tradición oriental, y con los avales de ser una de las entidades bancarias más destacadas del planeta.

De acuerdo con esto, el plan fue diseñar y lanzar, de la mano de BW Comunicación Interna, una transición orientada a lo positivo, conservando la motivación y el buen ánimo, como base fundamental para ir construyendo el compromiso y sentido de pertenencia con la nueva empresa.

“Teniendo en cuenta los mitos y preconceptos que a veces se manejan en nuestro país sobre la cultura china, concebimos nuestro plan como una oportunidad para revertir esa imagen, despertando la curiosidad por una cultura rica y milenaria, abrazando objetivos comunes que nos enriquezcan mutuamente”, dijo Aurora Suárez, Responsable de Comunicaciones Internas de ICBC.

La campaña de transición tuvo un doble objetivo: uno informativo, para lo cual se publicaron notas en cuatro ediciones de la revista interna, donde los máximos referentes de la transición mantuvieron a los empleados informados sobre la marcha del proceso, y fue habilitado un blog con toda la información disponible sobre las visitas de las autoridades de ICBC a la Argentina; el otro fue de carácter integrativo, que consistió en un ciclo de talleres llamado “Puentes con China”, para facilitar la apertura a un mundo nuevo.

El día en que las cosas empezaron a cambiar

Con motivo de la gran “transformación”, se llevaron adelante campañas de comunicación interna, con afiches que tuvieron a los colaboradores como protagonistas y se desarrollaron corpóreos con sus figuras, como “embajadores” de la buena noticia.

Fueron los mismos empleados los que decoraron los edificios con globos rojos –muchos de ellos, aun después de dos meses, siguen visibles-, dando la bienvenida al cambio.

Y también fueron los mismos empleados –de distintos sectores y niveles jerárquicos- quienes protagonizaron un video institucional alineado con el slogan del banco: “El futuro nos inspira”. Se instalaron monitores para que cada equipo pueda disfrutar la función y verlo con sus compañeros.

En Buenos Aires y en el Interior se llevó adelante un completo desayuno en cada piso, cuyos participantes se dieron el gusto de probar la torta con el logo de ICBC. Y luego se entregó un nuevo set de escritorio y una mochila para comenzar a instalar la nueva marca.

Por otro lado, los sueños fueron la “materia prima” sobre la cual se apoyó parte de la campaña de transición. “Más allá de pertenecer a culturas diferentes, hay algo que nos une: soñar. Tener sueños y aspiraciones es una característica que trasciende las culturas y nos integra como seres humanos. Descubrir nuestras similitudes en la expresión de sueños casi comunes fue un factor determinante para encontrar lazos entre el pensamiento oriental y el occidental. Si nuestros sueños se parecen, bien podemos compartir el sueño común de trabajar juntos por un buen futuro en ICBC”, opinó Aurora Suárez.

Es por eso que se preparó el concurso “Yo me veo”, que, apoyado en una plataforma digital, convocó a los miembros de la empresa a compartir sus deseos más preciados. Dos mil personas les contaron al resto sus sueños, y entre ellos se sortearon pasajes a China.

Todos estos elementos tiñeron de fiesta este encuentro cultural que llegó para quedarse en ICBC Argentina.